La sensualidad se reinventa en el Salón Internacional de la Lencería: de la seducción a los objetos de placer

Por Florence Julienne / FASHIONUNITED

El Salón Internacional de la Lencería, organizado por WSN Developpement, que se celebró del 18 al 20 de enero de 2025, marcó la pauta de una tendencia en lencería para Otoño/Invierno 2025/2026: «New Sexy», «New Porté». En cuanto al espacio Wellness y sus objetos de placer, se inscribe claramente en la línea de una tendencia social.

Quienes sean susceptibles, dejen de leer inmediatamente este reportaje sobre el Salón Internacional de la Lencería de la Porte de Versailles, enero de 2025. Había que estar allí para entender que, en este lugar, las conversaciones se vuelven íntimas rápidamente. Debido al tema –las tendencias en lencería para Otoño/Invierno 2025/2026 de las 400 marcas expositoras– y a su contenido.

“El invierno 2025/2026 ve el regreso de lo ultra-sexy. Esto se traduce en el negro y una maestría en encajes, bordados, jacquards y motivos localizados. No se trata de una sensualidad llamativa, sino de una lencería que realza el cuerpo femenino y que las mujeres llevan para sí mismas, para sentirse valorizadas”, confiesa Vanessa Causse (Trend Union), pronosticadora de tendencias desde hace doce años en el salón y responsable de los foros «Interfilière» y «Lingerie Shop», a FashionUnited.

Prueba de ello es el desfile organizado a las 16:00 horas, el sábado y el domingo, sobre los imprescindibles de la temporada. Las modelos lucen sus atractivas curvas (un cambio respecto a los desfiles de prêt-à-porter o Alta Costura) con orgullo y seguridad en sí mismas, gracias a prendas interiores no demasiado recargadas, a la desaparición de las varillas, a una estética sexy más ligera y a numerosas propuestas de bodies.

Corsé, liguero, corpiño y juegos de tirantes, el top cuatro de la lencería para Otoño/Invierno 2025/2026

Para ser sinceros, este renacimiento sexy es casi increíble, en un momento en que la moda apuesta por lo no binario. De lejos, este universo todavía se encuentra inmerso en una lencería denominada «shapewear», cómoda y sin costuras, cuya gran impulsora es Kim Kardashian, con su marca Skims. Pasar de braguitas que moldean glúteos y abdomen a tangas de encaje con un piercing metálico (Anoeses), que estimula el clítoris, parece ser un salto aún mayor que el de pasar de la tendencia de las zapatillas deportivas a los tacones de aguja de doce centímetros.

Para convencerse, dirección Chantelle. No Chantelle X, una línea más atrevida iniciada por este líder del mercado, sino la gama «SoftStretch Power» que inaugura un bralette. Para esta nueva generación de sujetador, el tejido emblemático SoftStretch de Chantelle está ahora disponible en doble capa (190 gramos x 2), reforzado por una estructura de unión de alto rendimiento y la tecnología Airbonding (tecnología de pegado que utiliza una cinta adhesiva). Resultado: comodidad y suavidad.

Excepto que, recorriendo los pasillos del salón, es imposible pasar por alto a las mujeres que se pasean con sujetadores y corsés sobre sus camisas. ¿Estará la vanguardia en estas marcas nicho emergentes, como Kiki de Montparnasse, Scarlett Blue o Mon Tiroir, cuya creadora (en la foto) no ha dejado de llamar nuestra atención? Pero, si son nicho, ¿quizás no sean representativas del mercado?

En efecto. La prueba está en Maison Lejaby, cuyas imágenes muestran claramente la tendencia con lencería que se luce como prenda exterior (ver fotos), mostrando así a una mujer menos recatada o, al menos, liberada de ciertas ataduras. ¿La paradoja? A principios del siglo pasado, el corsé y el bustier oprimían el cuerpo. Hoy se convierten en un estandarte de la liberación femenina, post #MeToo.

Maison Lejaby ha sido adquirida por un fabricante indonesio, el grupo Bra Pro ltd, un importante proveedor de ropa íntima femenina que abastece a grandes marcas minoristas (como H&M) en Indonesia, Estados Unidos, Europa, Canadá, Australia y Asia. Ser propiedad de un fabricante no es un hecho trivial para el nuevo director general, Xavier Martin, especialista del sector (ex Huit, Simone Perele, Aubade).

Fabricada en Indonesia y el norte de África con materiales europeos, la marca se posiciona en el mercado estadounidense con “productos de seducción, con buen ajuste, sin comprometer la comodidad”, explica Xavier Martin a FashionUnited.

Otro motor del mercado, el grupo familiar francés Lise Charmel (Lise Charmel, Antigel), con una veintena de tiendas propias y más de 500 distribuidores franceses, también se inscribe en la tendencia de lucir la lencería como prenda exterior, como lo muestra la foto del desfile, organizado en su stand, con este bustier en guipur negro y dorado.

Pero donde Lise Charmel realmente capta el espíritu de la época es en la combinación de un concepto de pop-up cultural, llamado “café literario”, con estos nuevos juegos de seducción. Con sillas de rejilla patentada y mesas redondas de café parisino, estamos más cerca de las mujeres libres de Saint-Germain-des-Prés (época de Juliette Gréco o Simone de Beauvoir) que de la Place Pigalle.

Esta evolución del mercado es posible gracias a una red multimarca cercana a su clientela

Eso es lo que explica el colectivo Action Culottée (recordemos, las minoristas que enviaron bragas a Jean Castex, durante el confinamiento, para señalar que las bragas son bienes de consumo esenciales), en el marco de una conferencia: “Nuestro trabajo consiste en conocer las marcas y ofrecer un asesoramiento especializado. La lencería es un ámbito íntimo que necesita ser acompañado por técnicas especializadas”.

Y mencionar todo lo que hace que el comercio digital no pueda sustituir un servicio personalizado: evolución de la morfología (las copas de los sujetadores no son las mismas durante toda la vida), lucha contra el body shaming gracias a una relación de confianza y fidelidad, etc.

En este contexto, las marcas que se atreven a abordar la relación íntima con el cuerpo femenino tienen un potencial comercial. En esta etapa de comprensión, nos dirigimos al stand de la diseñadora ucraniana de Anoeses, marca que se vende en la tienda Brigade Mondaine (lencería erótica de lujo, lencería de diseñador, accesorios BDSM).

Una propuesta moderna con lencería negra de malla, adornada con tiras de cuero y cadenitas metálicas, una línea de joyas sugerentes (pulseras que se transforman en esposas) e incluso perfumes, como invitaciones al placer: ¿Puedo tocarte?, Sigue haciendo eso, Nunca me he sentido así antes.

Última etapa: el espacio Wellness donde el equipo B2B de Gisele International comercializa marcas de bienestar íntimo: Überlube (un lubricante), Love. not war y Biird (juguetes sexuales) y las joyas Crave. Lisa Sananes asume plenamente este vínculo comercial con el placer femenino. Firma aquí una evolución de las costumbres donde este último ya no está hecho por los hombres para los hombres, sino por las mujeres para las mujeres. Y nos ofrece, sin más, un juguete sexual, como testimonio de la total desinhibición de la nueva generación.